Encontrei numa página qualquer da Internet este depoimento, que aqui se publica no original em espanhol (resolvemos não traduzir, mantendo assim a genuinidade de um registo já popularizado em Portugal por alguns canais de TV por cabo). Um contributo de grande valor científico para o estudo dos fetiches e das paixões humanas, do qual esperamos que os nossos leitores possam tirar o maior proveito.
«Crees que con 19 años ya soy mayorcito para tomar mi baño sólo? Bueno, quizás tienes razón... pero a mi todavía me gusta que mi madre me bañe. Nunca lo ha dejado de hacer.
Cuando era más joven y mi pene tenía una erección mientras mamá me secaba, acostumbraba a darme un masaje para relajarlo. Más tarde empezó a besarlo, a chuparlo, a masajearlo con sus tetas... hasta el día en que me permitió poner mi polla en su almeja.
Mi madre es mi profesora de educación sexual, ella dice que a las chicas no les gustan los chicos sin experiencia. El baño se llama en nuestra casa la habitación del orgasmo. Cada día tomamos un baño juntos de dos horas de duración como mínimo. Siempre me hace correr sobre sus tetas, o en su boca, o metiéndole la verga en su culo, para evitar quedar embarazada de su propio hijo.
¿Que qué opina mi padre de esto? A papá no le importa, está demasiado ocupado bañando y secando a mi hermana menor, su querida hija.»
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